En “Solo los valientes” (Editorial Círculo de Tiza), Alejandro Albán (Granada, 1988), relata su viaje personal hacia el autodescubrimiento y la aceptación. Mientras conduce de regreso a casa, lleva consigo una nueva partida de nacimiento que refleja su elección de identidad de género. A través de dos documentos grapados, somos es testigo de su transición, marcando un punto de inflexión en su vida.
La historia se centra en la búsqueda de Alejandro por encontrar un día específico que defina su nueva identidad, debatiendo si debe ser el día en que se dio cuenta, el inicio de su tratamiento hormonal, la fecha de su operación o el día en que comenzó a escribir sobre su experiencia. A pesar de los desafíos y las dudas que enfrenta, Alejandro identifica un momento crucial en su vida: el día en que desafió las normas sociales y cruzó una rotonda por la izquierda.
“Solo los valientes” es más que un relato autobiográfico; es una exploración profunda sobre el duelo, el autodescubrimiento y la búsqueda de dignidad. A través de la narrativa, Alejandro destaca la importancia de compartir diversas experiencias trans, subrayando que no hay una única manera de vivir la transición de género ni de expresar la identidad sexual.
La culpa es un tema recurrente en la novela, vinculada tanto a su identidad trans como a la escritura de su historia autobiográfica. A pesar de los sentimientos de culpa internalizados, Alejandro encuentra en la escritura una forma de liberarse y procesar sus emociones.
Además de su viaje como persona trans, Alejandro también comparte su proceso de aceptación como gay y como escritor. Revela sus miedos y la vergüenza asociada con su pasión por la escritura, así como su lucha interna para ser reconocido y aceptado como un verdadero escritor.
