Saltar al contenido

El rincón de Silvia: “La Caja” de Oviedo, mi lugar seguro

Tiempo de lectura: 2 minutos

Es el mejor lugar para ser une misme en Oviedo. Para mí, es un sitio mágico donde me he refugiado en muchas ocasiones cuando no me sentía bien. En esos momentos en los que buscas un refugio, te desahogas y sales con una sonrisa de oreja a oreja. Si visitas mi tierra, no puedes dejar pasar esta oportunidad.

Siempre hay una increíble actuación de drag queens, especialmente La Trosky, la calva. Es una artista excelente y maravillosa que siempre te deja con la boca abierta, haciéndote reír y disfrutar en cada espectáculo. Como mencioné, no debes perderte este maravilloso lugar si visitas Oviedo.

Otro motivo por el que este lugar es tan especial para mí es que puedes ser quien quieras y expresarte sin problemas. Aquí nada más importa que pasarla bien, en un entorno agradable y seguro donde jamás notarás ningún tipo de discriminación. Y eso se agradece mucho, especialmente siendo mujer y, además, trans en un entorno mayoritariamente conformado por hombres y gays.

Otra cosa hermosa es ver el amor, sentirlo en el aire, observar a parejas besándose y pensar “qué bonito es el amor”, no tiene precio. Me genera una envidia sana, queriendo lo mismo, pero bueno, toca estar sola; algún día llegará ese amor, espero.

Descubrí este lugar mágico una noche que salí, me embriagué (soy sincera) y me dio un bajón. Estaba atravesando un mal momento y pensaba quitarme la vida. Pasé por delante de este pub y sentí que tenía que entrar. Entré por la puerta, me senté en la barra y pedí una copa. Me la bebí llorando. La Trosky me ayudó y salí de allí con una sonrisa y feliz. Desde entonces, es mi refugio seguro y ella mi artista drag favorita. Apoyo mucho el mundo drag, es un tipo de arte muy sacrificado y que se valora muy poco.

Siempre que puedo salir de fiesta, vengo a este lugar para respaldar los bares de ambiente. A veces, al esperar a que abran (porque siempre llego temprano), escucho comentarios como “este bar es de maricones, yo aquí no entro ni para mear, etc.”. Todavía persiste mucha LGTBIfobia, y más entre los jóvenes que entre los adultos, es triste ver que en lugar de avanzar, retrocedemos.

Nos queda mucho camino por recorrer, aunque tengamos ciertos avances, queda algo fundamental y a menudo olvidado: la sociedad. Está bien luchar por leyes, pero esas leyes no valen nada si la sociedad no las respalda. Debemos lograr que la gente común nos apoye y nos normalice. Ahí es donde veo que tenemos un gran trabajo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Show Buttons
Hide Buttons
Abrir chat
💬 ¡Cuéntanos algo! No te cortes
👋 ¡Hola!
¿Quieres participar de alguna manera en el programa "Somos de Colores"?

¡Cuéntanos!