Silvia (ella). Soy asturiana de la ciudad de Oviedo, tengo 25 años, soy una mujer trans y tengo un blog diario. Ahora empiezo una nueva aventura poniendo mi granito de arena con mi sección “El rincón de Silvia” en Somos de Colores, donde como siempre, hablare sin pelos en la lengua.
Hola, me llamo Silvia tengo 25 años, soy asturiana y mujer trans. En esta primera publicación voy hablar un poco de mí, de mi proceso de cambio, para que me conozcáis un poco.
Yo nunca me sentí hombre, pero era como me trataban y lo tenía como costumbre, aunque siempre me vestía con ropa de mi madre, y jugando escogía ser la chica en lugar del chico, y en tema de juguetes me atraían los de niña, no los de niño. Pero jamás tuve un juguete de niña, en aquella época, y por muy abiertos que fueran mis padres siempre había tabúes y más en un pueblo. A medida que fui creciendo, mi feminidad también, en el colegio sufrí acoso escolar con insultos, amenazas, agresiones físicas y todo por ser una persona afeminada.
Como me trataban de chico, pues dije que era Gay en casa, y viví así durante unos años, imitando a Mario Vaquerizo, y Alaska. Pero mi mente, mi cuerpo, me pedían algo más, y era el paso de las hormonas y de la cirugía (la cual estoy esperando).
Y os preguntareis como se lo tomo mi familia, y como lo solté, pues lo dije en casa de abuela materna llorando mientras se hablaba de organizar la boda de mi tía. Fue como si hubiera tirado una jarra de agua helada por encima de todos, no sabían que decirme. Todos quedaron en shock. Pero con el tiempo, fueron asimilando y aceptándome tal y como soy y me apoyan a día de hoy, cosa que muchas personas trans no tienen hoy en día y se dé muchos casos. Pero la parte paterna no se lo tomo tan bien, aunque hoy en día todo está genial.
Siendo chico sufría insultos por la calle, incluso desde las ventanas de los pisos de alrededor de mi casa, fue la peor etapa de mi vida, una vida a la que nunca pienso volver. Me libre de una agresión física en unas fiestas de barrio, y otra en una estación de tren, gracias a mis amigos que acudieron rápidamente.
Recuerdo el primer día que me hormoné, fue el día uno de agosto del 2019, han pasado solo 4 años, pero ha sido como toda una vida, el subidón que te da de adrenalina por la felicidad es indescriptible, es como sentirse uno mismo, no tengo palabras para describir como fue y como es esa sensación cada día que me tomo la pastilla. Lo único que me falta para estar completa conmigo misma es la cirugía, pero eso lo llevo, aunque tengo que ser sincera tengo muchas ganas de que me operen a pesar de que el postoperatorio sea doloroso.
He dejado de recibir insultos, agresiones, soy una mujer más en el mundo, aunque el no poder ser madre biológica es algo que mentalmente me tiene afectada, pero lucho contra eso y sigo adelante.
Por otro lado sé que en estas fechas tan señaladas muchxs tenéis que estar dentro de un armario o recibir comentarios que no son del todo agradables, ojalá pudiera hacer mucho, pero os mando mucho ánimo, espero que con el blog os podáis entretener y sentir de maravilla, desconectar un rato y saber que si se puede ser feliz a pesar de los grandes problemas que te ocasione la familia. Mi propósito con este blog es que sepáis que hay una salida, que podáis ser quienes queráis ser, y por su puesto acercaros a mí un poquito contando mi vida.