Bienvenidas todas las personas que hoy os sumáis a esta fiesta reivindicativa en la que nos celebramos tal y como somos, una jornada de lucha por los derechos de cada una de las letras de nuestro colectivo, sin olvidar a ninguna de ellas. Estamos aquí, una vez más, para visibilizar nuestra diversidad sexual, de género y afectiva en Jaén y su provincia.
Cada mes de junio recordamos por qué celebramos esta reivindicación. Resuenan en nuestra memoria esas manifestaciones espontáneas contra una redada policial que tuvo lugar en la madrugada del 28 de junio de 1969 en Stonewall Inn, en el barrio neoyorquino de Greenwich Village. En España tuvimos nuestro propio Stonewall, nuestro querido pasaje Begoña de Torremolinos en la década de los 60 y 70, un espacio donde se vivía con libertad y respeto a la diversidad, donde ser visibles era un acto de valentía en una época en la que ser del colectivo estaba perseguido y castigado. Pero también llegaron las redadas.
Si: nuestras luchas han avanzado, pero la LGTBIfobia estructural que recibimos y nos atraviesa no ha acabado 55 años después del hito histórico que supuso Stonewall, Pasaje Begoña y las primeras manifestaciones de nuestro país en Barcelona; seguimos sufriendo agresiones e insultos en nuestras calles, nuestros barrios, nuestros pueblos y ciudades.
Orgullo: ninguna persona debe avergonzarse ni hoy ni los 365 días del año, de lo que es, sea cual sea su identidad, su orientación o su expresión de género. Este es el Orgullo de todas nosotras, el orgullo de ser y de sentir tal cual somos, con todos nuestros colores, como cualquier otra persona.
El desempleo se ceba con las personas trans*. Nuestras hermanas siguen siendo el segundo grupo social con más dificultades de acceso a nivel laboral.
Las discriminaciones que sufrimos las personas LGTBI+ son también causa de empobrecimiento. Porque la expulsión del hogar familiar a edades tempranas por visibilizarse o el acoso escolar que deriva en el abandono escolar o el rechazo en los procesos de selección por ser abiertamente LGTBI+ son causas que repercuten negativamente en nuestra economía y en la de nuestras familias.
Aquí es donde la educación, una educación pública y de calidad, juega un papel crucial, y por eso este ha sido el lema de nuestro orgullo: “Educar en Diversidad”.
Solo con educación y pedagogía podemos hacer llegar nuestras realidades y nuestras dificultades a la ciudadanía, y solo con la educación podremos combatir el odio y los discursos que lo alimentan y que son el origen de la discriminación y las violencias.
Exigimos la eliminación de cualquier restricción de la libertad de expresión y de la libertad de cátedra de los docentes asociadas al “pin parental”. Porque NO, no es un “pin parental”, es un veto parental, es una censura parental. No se puede privar a los jóvenes de la diversidad en todo su conjunto. Censurar y perseguir la diversidad sexual, de género y familiar en los centros educativos atenta contra el derecho al conocimiento de la infancia y la juventud. Y la educación en diversidad está respaldada por las leyes estatales de Educación y LGTBI+.
Exigimos que los centros y las administraciones públicas apliquen sin miedo y con mano firme los protocolos para el alumnado trans y LGTBIQ+ en los casos de bullying y ciberbullying. No podemos seguir mirando hacia otro lado.
Exigimos el cumplimiento de las políticas antidiscriminatorias contempladas en la legislación vigente.
Exigimos la inclusión de las familias LGTBI+ en las agendas escolares y la implementación activa y real de contenidos relacionados con la diversidad afectivo-sexual en los currículos educativos haciendo unas pedagogías queer donde quepan todos los aprendizajes desde la sexualidad hasta la filosofía. Desde la lengua hasta la historia… Reivindicamos que nuestra diversidad se refleje en todos los niveles educativos. Que todas las familias estén representadas en los libros de texto.
Exigimos el apoyo activo de las administraciones educativas a los grupos estudiantiles LGTBI+ y la participación estudiantil en decisiones escolares que aseguren la creación de espacios de diálogo y libres de LGTBIfobia.
Es necesario una formación real y contínua para el profesorado en materia de igualdad, para que nuestros centros sean lugares seguros donde cada persona pueda ser y sentir de acuerdo con su identidad y orientación, y donde la diversidad sea tratada transversalmente en todas las áreas curriculares.
Demos la opción de vivir desde la más temprana infancia de acuerdo a lo que somos. Que nadie sienta miedo de ser y sentir, sin tener que privarse ni renunciar a nada.
Con la aprobación de la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans, dimos un gran paso hacia la igualdad legal, aunque consideramos insuficientes estos avances. Aún estamos lejos de la igualdad social.
Todos los días tenemos que escuchar discursos de odio desde ciertos sectores de la población, medios de comunicación y partidos políticos que perpetúan un discurso rancio y trasnochado que nos hacen daño a todas, todos y todes. Los bulos son constantes, las agresiones persisten. Niegan nuestra existencia, pero existimos y somos. Y nuestra lucha continuará para defender y expandir los derechos conquistados. Porque ya no vivimos en los márgenes de la sociedad. No volveremos al armario nunca más.
Nuestras reivindicaciones y el Orgullo deben abordarse desde una perspectiva interseccional que incluya a personas racializadas, con capacidades diversas, gitanas, mayores, neurodivergentes, y toda la diversidad del ser humano. No hay dos personas iguales, pero todas tenemos los mismos derechos.
No queremos escondernos, ni hoy ni ningún día del año. Seamos visibles en todos los estamentos en los que estamos inmersos. Seamos personas seguras. Seamos libres. Seamos comunidad. Seamos familia elegida. Seamos comunidad.
Cuidemos la diversidad en nuestros territorios, en nuestro pueblos. Promovamos entornos donde las personas LGTBIQ+ no se sientan obligadas a huir para poder ser ellas mismas.
Hemos recorrido las calles de Jaén juntas, juntes y juntos reivindicando la necesidad de defender y avanzar en derechos que permitan que todas las personas LGTBIQ+ puedan ser libres.
Os necesitamos a vosotras, personas aliadas que nos acompañáis. Seamos activistas por una sociedad igualitaria, plural justa y diversa. Que estas reivindicaciones no queden en el aire. Disfrutad de esta convivencia porque recordad que Jaén pierde aceite ¡y con mucho orgullo!.
¡Luchemos, construyamos y convivamos desde la diversidad!
Celebrémonos. Hagamos un Orgullo que transforme la sociedad.
¡Feliz Orgullo, Jaén!
