La campaña apela a la acción colectiva y al compromiso social e institucional, subrayando la urgencia de políticas públicas y efectivas que erradiquen el odio y la discriminación.
La Federación Estatal LGTBI+ lanza la campaña ‘El mejor premio es no vivirlo’, una iniciativa que busca sensibilizar sobre la dura realidad que enfrentan las personas LGTBI+ durante la Navidad. Aunque estas fechas suelen asociarse con alegría, reencuentros y calidez, para muchas personas del colectivo suponen una experiencia de miedo, rechazo y la necesidad de ocultar quienes son para protegerse en el lugar donde deberían sentirse más seguras: sus propios hogares.
El impacto del odio, en cifras
Los datos muestran una realidad desoladora e inaceptable. Según el informe Estado del Odio LGTBI+ 2023, seis de cada diez personas LGTBI+ vuelven al armario para regresar a casa por Navidad, una cifra que pone en evidencia el peso de los prejuicios y la discriminación, incluso dentro del ámbito familiar. Además, cuatro de cada diez personas del colectivo han sido víctimas de actos de odio en los últimos cinco años, mientras que una de cada tres se ha visto obligada a abandonar su hogar debido al rechazo, buscando refugio en amistades o parientes, según el estudio Estado Socioeconómico LGTBI+ 2023.
Para las generaciones más jóvenes, la realidad es igualmente preocupante: uno de cada cuatro estudiantes LGTBI+ sigue sufriendo acoso escolar por su orientación sexual, identidad y/o expresión de género, de acuerdo con el informe Estado de la Educación LGTBI+ 2024. En el ámbito laboral, la situación tampoco mejora, ya que una de cada diez personas LGTBI+ ha recibido un trato desigual en su lugar de trabajo, reflejo de una sociedad en la que el odio todavía encuentra espacio para manifestarse en múltiples formas.
“La Navidad, que debería ser una época de refugio y seguridad, se convierte para muchas personas en una vuelta al armario y un recordatorio de todo lo que queda por cambiar. No podemos seguir permitiendo que el miedo marque el rumbo de nuestras vidas, menos aún en el seno de nuestro entorno familiar y social. Frenar esta espiral de odio es una prioridad que debe implicar a toda la sociedad“, destaca Paula Iglesias, presidenta de la Federación Estatal LGTBI+.
No es solo una cuestión de Estado
Desde hace años, la Federación trabaja, junto con otras entidades, en la implementación del Pacto de Estado contra los discursos de odio hacia los grupos vulnerables, una medida esencial para erradicar el odio desde sus raíces. Sin embargo, esta campaña no solo busca visibilizar la urgencia de políticas públicas que enfrenten el problema, sino también promover un cambio social profundo. “El verdadero cambio requiereacción colectiva. El rechazo al odio no debe limitarse a los espacios institucionales, sino ser un compromiso asumido por toda la sociedad. La normalización del odio tiene consecuencias devastadoras, y solo erradicándolo podremos construir un mundo libre de miedo y discriminación”, añade Iglesias.
“El odio no surge de manera espontánea. Se alimenta de estereotipos, prejuicios y discursos que lo normalizan y que, en muchos casos, se convierten en la antesala de los delitos. Es urgente establecer medidas concretas y coordinadas para combatirlo, desde la educación hasta el ámbito legislativo, pasando por políticas públicas que protejan a los grupos más vulnerables. No podemos aceptar que, en pleno siglo XXI, sigamos permitiendo que el silencio que impone el miedo acalle las voces que hacen a nuestra sociedad más diversa y más libre.”, concluye Iglesias.